miércoles, 16 de febrero de 2011

Callahan y el plan «B» de los yankis. Por Marcio Vargas Aguilar.


Por Marcio Vargas Aguilar.

No es fácil precisar el día y la hora exactos en que se activaron todos los planes B del imperio contra Nicaragua ante la inminente victoria electoral del FSLN en noviembre próximo. Pero sí se han activado en cada punto donde mantienen sus posiciones dentro y fuera del país, y nos encuentran ya bajo fuego todos aquellos que intentan mantener una actitud patrótica.

Los planes B entraron en función ante el fracaso del soñado plan A que pretendía derrocar al sandinismo al viejo estilo chileno de la década de 1970, en lo que es ahora un grave error de cálculo de algunos estúpidos del Pentágono heredados de la era del alcohólico Bush jr.

Pero al margen de que los planes son para todo el país, hay puntos especiales, donde durante tres lustros de "pacificación" neoliberal los yanques lograron establecer verdaderas bases de acción para situaciones "emergentes", con planes "sensitivos" de desestabilización.

Uno de esos puntos es la Costa Caribe, desde el centro-sur, hasta el norte, adonde se incluye el litoral, los llanos, los swanpos y las riberas del río Wangki o Coco.

Ahí, por años, con la manipulación descarada de fondos del BID y con el uso del instrumento perruno llamado OEA -que estuivo largamente bajo la gerencia del ex presidente colombiano (colombiano tenía que ser), César Gaviria- los imperialistas lograron comprar algunas mentes y corazones empobrecidos y entrenados previamente por USA, y establecieron bases de control informativo, de movimientos y de incluso, seguridad policial enmascarada.

El huracán Félix pareció ser una creación científica del imperio dado que les cayó como anillo al dedo para tratar de evitar la consolidación del esfuerzo del sandinismo nicaragüense y sus aliados en el Caribe hacia la integración plena de esas zonas del país, a la nación en construcción desde los centros del Pacífico.

Tengo información muy bien sustentada de que la estrategia yanque en el Caribe, con ánimos separatistas y de caos, ha utilizado al narcotráfico colombiano como "aliado casual", al estilo de lo que experimentaron en Costa Rica y El Salvador, en la década de 1980, en lo que se conoció como el famoso caso contra-narco-gate. Y eso es más viejo aún; viene del sudeste asiático, cuando utilizaron las rutas de las drogas para ayudarse en el combate contra Vietnam, Lao y Camboya.

Esto no debería ser, pues, noticia fresca o espectacular hallazgo, si no tuviésemos un cerco de censura imperial en cuanto a la información proveniente de las zonas afectadas por esos planes macabros.

Ya empezaron a soltar a gente entrenada para tomar pequeños lugares, intentar secuestros de funcionarios que permitan hacer resonancia regional, y desplazar a las autoridades nacionales (policía y ejército) de todo el Caribe, como ya lo hicieron en buena parte del Wangki, a manera de ensayo, tras el huracán Mitch de octubre de 1998.

Empezaron hace semanas en Sandy Bay y ahora van por posiciones más ambiciosas, incluida Bilwi. Hasta declarar el "estado fallido" en la zona, que es su meta final.

Control de seguridad paralela (o frente) a las autoridades del orden nacionales. Regulación del narcotráfico colombiano, costarricense y panameño para evitar críticas entre copngresistas USA, y por el otro lado, compartir ganancias de dinero y de base social con los delincuentes del crimen organizado.

Hay un grupo de líderes Yatama que quisieron secuestrar a Brooklin Rivera y al sandinista Lumberto Campbell, para negociar con fuerza. De hecho están preparados cien "comandos" para hacer esta "misión", con rehenes que se llevarían hacia la Tronquera y de ahí a zonas más selváticas, al estilo de las FARC.

Hay nombres y apellidos de las personas involucradas, quienes reciben jugosos salarios financiados indirectamente por el narcotráfico, pero manejados por grupos de inteligencia yanque.

Hay pruebas en abundancia y la lucha de nuestras autoridades (ejército y policía) en el Caribe se vuelve compleja y dura, pero claro que sigue ahí y tratando de desmantelar esta ofensiva absolutamente antinacional e imperial. Todo ello con un esfuerzo verdaderamente heroico y silencioso de cuadros sandinistas que hacen labor de casa en choza.

Y fíjense que sólo es una partecita de los planes yanques en su versión B: se trata de destruir todo lo que sea posible destruir antes de que el FSLN barra en los comicios de noviembre.

Se trata de sabotear la situación política nacional, boicotear los programas más importantes del sandinismo en favor de la población nicaragüense, de mantener a medios escritos y algunos televisivos bajo control para que cooperen en estas misiones y creen un ambiente de incertidumbre e incredulidad y desconfianza en los nicaragüenses.

Hay una docena de estaciones de inteligencia norteamericana sólo en Managua. Están ubicadas y reconocidas, pero siguen funcionando protegidas por el blindaje "diplomático".

Ellos utilizan equipos sofisticados de espionaje, organizan a pequeñas células de traidores que se autollaman Sociedad Civil y..., esto sí es nuevo -al menos para época reciente en Nicaragua-, tienen armas especiales para cumplir con órdenes de asesinatos selectivos, en cuanto reciban la luz verde desde Washington, si no es que ya la recibieron. Esto es muy importante y sumamemte peligroso y delicado.

Callahan y su personal de confianza en el Fuerte Trivelli en Las Pidrecitas (en terrenos piñateados por Somoza García y los yanques), sabe que esto es verdad y que antes de abandonar su misión en Managua en junio próximo, debe el espía embajador dejar todo encaminado, sin importar quien le suceda en el cargo diplomático.

"No vamos a ganar nosotros, pero tampoco van a ganar los sandinistas", parece ser la consigna de este plan destructivo, desestabilizador, que utiliza a peleles de renegados y traidores vendepatrias en nuestro propio suelo, y bajo direcciones coordinadas desde Costa Rica, El Salvador y Honduras, adonde actúan con toda la venia de los gobiernos, sin excepción, aunque en el caso salvadoreño, con más dificultades que entre los otros dos sumisos vecinos.

No crean que es gratis la visita de (mu)Barack Hussein Obama a San Salvador el mes próximo. El señorito Funes lo sabe.

Estamos, pues, bajo fuego..., pero claro, los nicaragüenses no somos mancos. Mas la lucha es dura, continuada, borrascosa y peligrosa.

De ahí que las tareas que desarrollan actualmente los jóvenes vinculados al FSLN en obras sociales y tareas de propaganda política directa, son tareas de vanguardia, y deben animar a la juventud patrótica. Pues se sabe que algunos muchachos se sienten un tanto frustrados porque sus labores ya no son de armas tomar, y que ven a las guerras pasadas con visión bucólica, románticamente heroica.

No se equivoquen, muchachos. Aquello fue horrible y cruel. Y si hubo es porque nos impusieron esa agenda los imperialistas. Los nicaragüenses nunca quisimos eso, pero no hubo opción en esa alternativa brutal, dolorosa y sangrienta.

Pero no creo equivocarme si les aseguro que la guerra más difícil es la actual. Y todo aquel que participa en acciones de vanguardia debe sentirse orgulloso de hacerlo, pues se trata de evitar el retroceso de los pasos ya dados por una visión revolucionaria del gobierno de Daniel en el FSLN. Y para ello hay que enfrentar fuerzas oscuras, camufladas, encubiertas, disfrazadas, pero igual de criminales que antaño.

Deben convencer y conquistar aliados, y tender manos a todos aquellos que sin importar sus posiciones políticas, mantengan posiciones de dignidad patriótica ante los imperialistas.

"USA under fire", decían las cadenas televisivas del imperio en septiembre de 2001. De hecho era cierto, aunque el fuego provenía de células terroristas que antes habían sido entrenadas y promovidas por el propio Washington.

Hoy Nicaragua está "under fire" de parte del terrorismo de estado norteameircano, apoyado por sus adláteres europeos y basados en clanes de amargados traidores vendepatrias peleles locales.

Así que está claro que los patriotas deben permanecer unidos por el bien común, pero sin abandonar la Patria y Libertad con machete en ristre, del general Sandino. Que es muy largo el camino, para mirar atrás.


Marcio Vargas Aguilar
Periodista nicaragüense
Orden de la Independencia Cultural "Rubén Darío"
PLOMO.

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