viernes, 2 de septiembre de 2011

15M: Confluencia de luchas sociales para un proyecto anticapitalista en construcción

Valoración del Colectivo editorial de Kaosenlared, respecto del movimiento 15M. "Debemos ser los y las militantes anticapitalistas quienes luchemos desde el interior de estos movimientos para dotarlos del necesario contenido revolucionario. Es necesario un trabajo lento y paciente".
Colectivo Kaosenlared
El movimiento 15M ha servido como punto de confluencia entre las diversas sensibilidades de la izquierda anticapitalista. Ecologistas, marxistas, anarquistas, defensores de los derechos animales, feministas, etc., tienen su espacio en este movimiento tan dinámico como heterogéneo. El 15-M es ahora una aglutinación de luchas sociales, un espacio de convergencia donde toda lucha por los derechos humanos, sociales y laborales tiene cabida.
Todo proceso revolucionario es una creación histórica; es hijo de su tiempo. En un tiempo donde se educa a los ciudadanos y ciudadanas para que abracen la fe capitalista, ¿cómo esperar una mayoría social anticapitalista de la noche a la mañana?. Eso es pedir peras al olmo.
Debemos ser los y las militantes anticapitalistas quienes luchemos desde el interior de estos movimientos para dotarlos del necesario contenido revolucionario. Es necesario un trabajo lento y paciente.
Negar que el movimiento 15-M es una ola de esperanza para quienes nos consideramos anticapitalistas, sería no entender nada de lo que nos ha enseñado la historia. La historia se mueve al ritmo que marcan sus propios tiempos, y ahora, en los países capitalistas mal llamados desarrollados, es tiempo de cambios políticos. Si la izquierda no sabe utilizarlo a su favor, será el fascismo quien lo haga. Ya se está viendo en toda Europa.
La extrema derecha juega con las emociones negativas de las masas para inocular a la sociedad con su veneno criminal. Juegan con el miedo, con la rabia y con la frustración acumulada para hacerse fuertes y expandir su mensaje de odio.  Solo si la izquierda es capaz de movilizar emociones positivas en la ciudadanía, será posible hacer frente a largo plazo a la amenaza fascista. 
Esto es, si la gente se emociona al formar parte  de un movimiento que lucha por el respeto a los derechos humanos, por la justicia social, por un mundo más justo, no tendrá espacio en su corazón para abrazar el discurso populista y demagogo del fascismo.
Viendo que cada vez más gente se emociona al formar parte de las múltiples luchas sociales que está desarrollando el movimiento 15-M por todo el estado ¿qué más razones necesitamos para alabarlo?
Colectivo Kaosenlared
Texto publicado, en su versión corta, en la última edición del periódico de la CNT

No hay comentarios:

Publicar un comentario