lunes, 24 de octubre de 2011

Telefonía móvil: ¿sabes que llevas en el bolsillo?. Sergi Jiménez



Por Sergi Jiménez Márquez.
Militante Internacionalista.
Comité de Solidaridad Sandinista de Catalunya.
Casa Sandino de Barcelona.






El teléfono móvil, es sin duda, uno de los grandes inventos de los últimos años. Su pequeño tamaño y la posibilidad de comunicarte a tiempo real desde prácticamente cualquier lugar, hacen de él un aparato muy útil en la era de la información y la comunicación, pero ¿qué se esconde detrás del aparato que siempre nos acompaña en el bolso o en el bolsillo del pantalón?



En España, y según datos procedentes de la Wikipedia, en marzo de 2009 el número de líneas de telefonía móvil para comunicación personal era de 51.467.671, frente a 46.157.822 habitantes, siendo la tasa de penetración de 111,5 líneas por cada 100 habitantes. Es decir, de media en 2009, cada español contaba con 1,11 líneas operativas de telefonía móvil, teniendo en cuenta que ese 1,11 aumentaría si descontamos los habitantes menores de 10 años y algún otro sector de la población.


Los móviles pesan de media unos 100 g. teniendo en cuenta este dato y haciendo una sencilla multiplicación nos daremos cuenta que en 2009 circulaban por el Reino de España 5146,7 toneladas de celulares.


La vida útil de un teléfono móvil, con batería incluida, que no haya sufrido ningún accidente es de unos 10 años. Los usuarios, y es algo que todos y todas podemos corroborar, le damos de vida a nuestros aparatos entre 18 y 30 meses, unos 2 años de media, con los cual, las 5146,7 toneladas de móviles que antes mencionaba a lo largo de este año se han convertido en algo mucho menos funcional y menos fashion, se han convertido en 5146,7 t. de residuos tóxicos, convirtiéndose en un grave problema medioambiental.


Los residuos procedentes de los móviles son: 50% plástico, 25% metal y el resto cerámica y vidrio. La mayoría de los componentes que integran el móvil son escasos, como el oro, la plata, el zinc y el tántalo, los cuales se relacionan con diferentes problemas ambientales y sociales en diferentes lugares como Ruanada o Burundi. Todo esto sin olvidar el coltán, mineral necesario para las baterías que, como recogen diferentes artículos, se encuentra en la zona central de África, (el Congo tiene el 80% de las reservas mundiales).


Pero la riqueza mineral de estas regiones, que es espoliada, no supone ninguna “gallina de los huevos de oro” para sus habitantes, que en su mayoría viven con menos de 1 dólar a día, sino que el coltán puede considerarse como la principal causa del desencadenamiento de la última guerra en el Congo, que se llevó la vida de 3’8 millones de personas, según el informe S/2002/1146 de las Naciones Unidas a fecha 16 de Octubre del 2002.


La mayoría de nuestros móviles van a parar al vertedero, donde se liberan metales pesados y otros componentes tóxicos que tarde o temprano van a parar a las aguas subterráneas y, consecuentemente, al ciclo del agua que todas y todos necesitamos. La incineración tampoco es una solución, ya que los mismos componentes van a parar a la atmósfera.


Otra característica a destacar de estos queridos aparatos es que sus componentes están distribuidos entre 500 y 100 piezas, con lo cual, y como se dice vulgarmente, su reciclaje se convierte en un “trabajo de chinos” y no es rentable económicamente su reciclaje en occidente.


La gran mayoría de los aparatos móviles, que no han acabado en la basura, son exportados principalmente a África, donde se intentan recuperar algunos minerales en países donde la normativa medioambiental y laboral es muy relajada o inexistente, (seguro que los dedos de los niños son hábiles para recuperar pequeños componentes), y si eso es rentable económicamente, pues… ¿qué más voy a decir?


La lista de problemáticas para que los usuarios podamos llevar el último grito en telefonía móvil encima es extensa. Otros problemas que se relaciona con la extracción de minerales en tierras africanas y con el destrozo medioambiental que supone la excavación de tierras o la contaminación de las aguas son los miles de indígenas que han tenido que abandonar sus tierras ancestrales, y el desplazamiento que ha sufrido el conocido como Gorila de Montaña, un primate en peligro de extinción.



Si hacemos un resumen vemos que primero destrozamos sus bosques, desestabilizamos sus relaciones sociales, generamos guerras, desplazamos indígenas y animales que habitan por allí prácticamente desde el principio de la vida, y un par de años más tarde les enviamos los residuos. Les robamos la vida y les enviamos la mierda, así de claro.


¿Cómo entender esto sin entender la sociedad en la que vivimos? El capitalismo es un sistema financiero que necesita que el mercado esté en movimiento, y para ello es vital generar una sociedad de consumo que permita la circulación de capital, si se detiene el consumo, no circula el capital y quiebra el sistema, es sencillo de entender.


Otra característica del capitalismo es la competitividad y la búsqueda del máximo beneficio económico al mínimo coste. Si una multinacional no es competitiva o no ofrece productos que estimulen el consumo también quiebra, para ofrecer productos atractivos económicamente y poder competir hay que reducir gastos.


Pues bien, parece ser que para que este sistema económico está tocando fondo, está destruyendo la vida, destruyendo el planeta, generando guerras, agotando recursos, explotando niños, contaminando ríos, extinguiendo animales… y nosotros, víctimas y a la vez cómplices de toda esta trama.


Ellos nos seducen con sus productos, nos hacen creer (y lo consiguen) que nuestros aparatos móviles están obsoletos, que ya no nos sirven, que hay que comprar uno nuevo, que debes ir a la última ¡que hasta te lo regalo!, pero por favor, no dejes de consumir, no dejes que el sistema que beneficia a pocos bajo el sufrimiento de muchos quiebre.


Carlos Taibo, profesor de Ciencia Política en la Universidad Autónoma de Madrid dice: ya no somos ciudadanos, hemos quedado convertidos en meros consumidores y usuarios que en una paradoja más, no otorgan mayor valor a lo que poseen, permanentemente insatisfechos a todo aquello que compran y consumen.


La reflexión la dejo a cargo del lector, yo sin duda cada día quiero participar menos en este juego macabro que nos lleva al abismo. Es necesario asumir cambios de conducta cotidiana en nuestros hábitos. Sobriedad y sencillez voluntarias.


Para todo aquel que ha llegado al final del artículo le dejo un regalo para sus oídos, una de las canciones más bonitas, a gusto del autor de estas líneas, de Serrat, un tema relacionado el desastre medioambiental en el que vivimos.











Bibliografía consultada.


Informe S/2002/1146 de las Naciones Unidas:
http://www.un.org/es/comun/docs/?symbol=%20S/2002/1146


Wikipedia: Telefonía móvil en España: http://es.wikipedia.org/wiki/Telefon%C3%ADa_m%C3%B3vil_en_Espa%C3%B1a


El Coltán y la guerra del Congo: http://www.diagonalperiodico.net/imprimir.php3?id_article=3223


El coltán, mineral que se usa en móviles y pc’s, es una pesadilla para el Congo: http://www.librered.net/?p=11239


Coltán: El mineral de la muerte: http://www.simiomobile.com/downloads/coltan_mineral_muerte.pdf



El gorila de la montaña del Congo:
http://diarioecologia.com/mas-problemas-para-los-gorilas-de-montana-del-congo/


http://www.afrol.com/es/articulos/13559




No hay comentarios:

Publicar un comentario